¿DEBERIA EL GOLDEN BOY VOLVER AL RING? DEJENOS SU OPINION

Más que un enfático "sí", mi respuesta ante la pregunta de si Oscar de la Hoya debe regresar al boxeo es un tibio pero seguro "¿por qué no?". Ensayo aquí algunas respuestas a ese interrogante.

En primer lugar, el mayor impacto del regreso de Oscar a los cuadriláteros sería de carácter económico. A pesar del tiempo transcurrido desde su retiro, el poder de atracción de De La Hoya sigue siendo innegable, y un regreso le redituaría enormes dividendos a él y a sus posibles rivales.

En segundo lugar, su retorno no afectaría negativamente ninguna negociación actual o futura entre los posibles rivales de Oscar, una lista que podríamos reducir a los cinco boxeadores de mayor potencial económico en las divisiones intermedias (casualmente, los de mayor atracción actual en cualquier división) como lo son Saúl Álvarez, Julio César Chávez Jr., Sergio Martínez, Floyd Mayweather y Manny Pacquiao. Por mucho que nos gustaría verlo al Niño de Oro enfrentando a Cotto, Angulo, Maidana u otros, creemos que su enorme popularidad haría de esos cinco púgiles estelares su principal objetivo en un eventual regreso, y en todos esos casos el éxito de taquilla estaría garantizado.

¿Quién duda que Canelo vs Oscar no sería un combate que atraería a millones de fanáticos (sin siquiera tocar el tema de las fanáticas, que podrían llenar un estadio aparte sin mayores esfuerzos)? Más allá de lo bueno o malo que termine siendo el combate, ¿cuánto interés produciría en los fanáticos casuales del pugilismo un choque entre Oscar y Julio César Chávez Jr., con todo el drama subyacente del hijo buscando vengar las derrotas de su padre y de la juventud contra la experiencia enfrentándose en un combate de encrucijada?

No soslayemos la excelente posibilidad de un choque entre Sergio Martínez y Oscar de la Hoya (el más parejo de todos, quizás), que le daría al primero el combate consagratorio que anhela en lo que respecta a ingresos y niveles de audiencia, y a Oscar una posibilidad de recuperar algo de su gloria perdida ante un rival respetado universalmente. Y eso para no hablar de un eventual desquite entre Oscar y el ganador de la madre de todas las batallas entre Pacquiao y Mayweather, que rompería todos los termómetros de medición de pay-per-views y cifras de ingresos monetarios.

Es posible que los boxeadores más merecedores de recibir atención mundial no lleguen a pelear con De La Hoya, pero todos se beneficiarán con la renovada exposición que tendría el boxeo en los medios masivos de comunicación, que dispararían este regreso a las primeras planas de la atención mundial.

En un boxeo actual que parece haber hipotecado su futuro en una inversión incierta como lo es el probable choque entre Pacquiao y Mayweather, la presencia de Oscar abriría posibilidades económicas enormes con un mínimo de riesgo para todos los involucrados, y ayudaría a destrabar ciertos choques posibles entre esos cinco boxeadores de élite (tanto taquillera como boxística) que se están tomando demasiado tiempo para concretarse y que, ante la presencia del mismísimo Golden Boy en la ecuación, terminarían de gestarse como parte de un torneo en el que todos ganarían en exposición, en dinero y en glorias futuras.